viernes, 12 de junio de 2015

El cerebro adicto

INTRODUCCIÓN
En el presente documento vamos a hablar sobre la drogadicción como una enfermedad y cómo tratarla. Hasta hace unas décadas no era considerada como tal sino sólo un problema moral y de falta de voluntad.
Las adicciones pueden definirse como una enfermedad crónica caracterizada por la búsqueda y el uso compulsivo de una sustancia a pesar de saber los daños que ocasiona. Al igual que otras enfermedades como la diabetes.
Casi todos conocemos algún caso de adicción: amigos, familiares o compañeros adictos al alcohol, al tabaco, a medicamentos legales o a drogas ilícitas. El objeto de la adicción puede variar, pero la respuesta conductual es similar, ya que todas estas adicciones provocan la misma reacción en la química del cerebro. Este descubrimiento ha alterado la forma de considerar, prevenir y remediar las adicciones.
DESARROLLO
En la década de 1930, cuando la ciencia comenzó a estudiar la conducta adictiva, se pensaba que las personas adictas a las drogas y al alcohol tenían una moralidad deficiente y carecían de fuerza de voluntad. Se le consideraba un problema moral y no de salud. Así en lugar de diseñar acciones preventivas y terapéuticas, se optaba por el castigo y se etiquetaba negativamente a los adictos.
La doctora María Elena Medina Mora Icaza, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz (INPRF), señala que fue un indicio importante de que las adicciones tenían todas las características de una enfermedad. La adicción se considera hoy una enfermedad del cerebro porque las drogas modifican la química, la estructura y el financiamiento de ese órgano.
El doctor Rubén Baler, científico de la salud de la Oficina de Políticas Científicas del NIDA, señala que la adicción es una enfermedad que progresa por etapas. En la primera etapa las personas utilizan sustancias para alcanzar la euforia que brindan, pero este consumo de drogas se convierte muy rápido en enfermedad en quienes las utilizan en forma crónica. El cerebro empieza a adaptarse a la sustancia y aparecen los primeros signos de dependencia.
Cuando se abusan de las drogas se alteran algunas zonas del cerebro como el tallo cerebral, que controla el ritmo cardiaco, la respiración y el sueño; la corteza cerebral, que procesa la información sensorial y nos permite pensar, planear, resolver problemas y tomar decisiones, y el sistema límbico, donde se aloja el llamado circuito de recompensa del cerebro. Dicho sistema motiva al individuo a repetir conductas necesarias para la supervivencia y la reproducción como alimentarse y tener sexo.
La doctora Mediana Mora explica que la mayoría de las drogas interfieren con la actividad de un neurotransmisor llamado dopamina, que desempeña un papel fundamental en las sensaciones de placer. El cerebro está condicionado a repetir conductas que permiten la supervivencia y las drogas actúan produciendo una activación mucho mayor de la que ocurren en las situaciones naturales de recompensa. El cerebro pierde la capacidad de sentir placer por las recompensas naturales, pues se acostumbra rápidamente a las dosis masivas de dopamina que se producen al consumir una droga y lo hace reduciendo su producción natural, o bien disminuyendo la cantidad de receptores que captan la señal de este neurotransmisor. Así, cuando falta la droga el cerebro ya no cuenta con dopamina suficiente y la persona deja de disfrutar cosas naturalmente placenteras, lo que conduce a la apatía y a la depresión.
Rubén Baler añade, cuando el cerebro comienza a adaptarse a altos niveles de dopamina, el individuo tiene que usar más y más droga para obtener el mismo efecto. Es decir, se desarrolla tolerancia a la droga. En el individuo que ha llegado a esta etapa, la falta de droga provoca el llamado síndrome de abstinencia, con síntomas como ansiedad, irritabilidad, náuseas, insomnio, episodios de sudoración, temblores y psicosis, y puede llevar a la muerte.
Ciertas investigaciones muestran que la tolerancia a las drogas puede generar cambios muy profundos en las neuronas y en los circuitos cerebrales, con efectos que pueden ser graves. Por ejemplo, si el abuso de drogas altera la concentración óptima de una neurotransmisor llamado glutamato, que participa tanto en el circuito de la recompensa como en la capacidad de aprender, el cerebro intentará compensar el cambio dañando en ocasiones la función cognitiva.
La propensión a las adicciones proviene de varios factores biológicos y ambientales. Los factores genéticos más o menos explican 40 o 60% del riesgo total. El resto son factores ambientales sociales, culturales, dietéticos.
 A fin de cuentas, el que se manifieste el comportamiento adictico dependerá tanto de lo genético como del entorno. Así, incluso si un individuo tuviera genes que propician el comportamiento adictivo, si en su entorno no se usan drogas o si su comunidad de compañeros y amigos no las consume, será muy improbable que el individuo desarrolle adicción simplemente porque hay una interacción positiva y robusta entre la parte biológica y la parte ambiental.
Hay sustancias que por sí mismas son muy adictivas; por ejemplo, la heroína. Desde que se usa por primera vez provoca una modificación estructural del cerebro. Otras sustancias adictivas como el alcohol, el tabaco y la benzodiacepina (medicamento psicotrópico que actúa sobre el sistema nervioso central) producen dependencia muy rápido en las personas propensas.
Para que se desarrolle una adicción importa igual lo adictiva que sea la droga, su disponibilidad y lo aceptable que la considere la sociedad. Entre los humanos hay tres veces más adictos a la nicotina, que a la cocaína y esto tienen que ver con que la nicotina es más fácil de adquirir y su consumo es más aceptado por la sociedad. En caso del alcohol, otra droga de fácil acceso y con amplia aceptación social, entre el 10 y el 15% de las personas que beben desarrolla la dependencia. Uno de sus principales síntomas es el aumento de la tolerancia; es decir, se necesita beber, más para experimentar los efectos deseados. La tolerancia se desarrolla muy rápido.
Toda la parte del cerebro que es responsable del juicio, raciocinio y control de la conducta se desarrolla hasta los veintitantos años. Como los adolescentes suelen tomar sus decisiones a partir de las emociones y no del juicio y el raciocinio es más probable que abusen de las sustancias. El problema principal es que en esa etapa de desarrollo el cerebro es mucho más vulnerable.
Aunque el punto de corte son los 17 años, para el caso de la mariguana tenemos el riesgo incrementado hasta los 26 años. Los adolescentes no deben ni beber, ni fumar, ni usar otras drogas y que tenemos que trabajar con todas las políticas públicas que nos ayuden a protegerlos.
Otro grupo de riesgo está formado por las personas que tienen algún tipo de padecimiento mental. Apróximadamente 60% de las personas con problemas de abuso de sustancias también tienen una enfermedad psiquiátrica. Es importante identificar lo más pronto posible a la gente que padece enfermedades psiquiátricas o, en general, que es más vulnerable a caer en adicciones.
Este trastorno afecta varios circuitos cerebrales, el circuito que calcula la recompensa y todo lo relacionado con el aprendizaje, con la memoria, con el control de las emociones y con la toma de decisiones. Dependiendo de la sustancia y del tiempo que se haya empleado, los efectos sobre la salud pueden ir de enfermedades cardiovasculares, enfisema o cáncer, al desarrollo de trastornos mentales irreversibles.
Las drogas también son un problema social con muchas facetas porque tener un adicto en la familia la modifica, afecta su calidad de vida y tiene un impacto emocional, económico y social. Por esa razón se ha buscado enfoques de tratamiento que permitan a las personas con adicción abandonar la sustancia, pero al mismo tiempo que modifiquen, desde el aspecto bioquímico y conductual, las causas que provocan y agravan su adicción.
Lo mismos sucede con los circuitos relacionados con la voluntad (memoria, emociones, toma de decisiones. Es importante tener en cuenta que la adicción conlleva el desajuste de muchos circuitos, y que para tratar al adicto deben tenerse en cuenta todas las disfunciones al mismo tiempo.
Por lo tanto, el tratamiento debe ir acorde a la persona, el tipo de sustancia, el ambiente en que vive y sus recursos, internos y externos. Se requiere de una terapia multidimensional que procure entrenar nuevamente un derecho que aprendió algo totalmente anormal, pues la adicción, en última instancia, es una enfermedad de aprendizaje.
La adicción es una enfermedad crónica e incurable. Así siempre se pueden sufrir recaídas. Pero la probabilidad de recuperación es similar a la de la diabetes y puede controlarse para mejorar la calidad de vida. Las recaídas deben verse como parte de la enfermedad y un tratamiento exitoso no debe medirse sólo por la abstinencia, sino por la disminución de las recaídas, así como su gravedad y duración.
CONCLUSIÓN
La adicción hoy se considera una enfermedad del cerebro porque modifican su estructura y funcionamiento. El gran problema sucede cuando los enfermos la utilizan en forma crónica porque el cerebro se adapta a la sustancia y empiezan a depender de ella.
El tener un adicto en la familia no es un proceso fácil por lo que es esencial que lo vean como un enfermo y tener presente que las recaídas son parte del proceso, pero la diferencia entre cada una de ellas será el tiempo y la duración. Al tratarse como una enfermedad entenderán que el enfermo no es consciente para la toma de decisiones, no sólo es cuestión de intenciones sino de un tratamiento que tendrá que reeducar al cerebro.
Uno de los grandes retos que tenemos con esta enfermedad es evitarla dentro de los jóvenes, si bien es cierto que la parte biológica puede ser un riesgo para un acercamiento a las drogas, el ambiente es el que realmente determina el involucramiento a ellas. Por ello, es fundamental tener presente la vulnerabilidad de los jóvenes ante los cambios naturales de la etapa vivida, por lo cual las políticas públicas deben ser enfocadas a contribuir la estabilidad económica y emocional de las familias.
REFLEXIÓN
Porque el tema del cerebro me resulta interesante, precisamente de este órgano es del que menos sabemos y menos controlamos. Cuando terminé de leer el artículo correspondiente quedé impresionada de lo cuidadoso que debemos ser cuando queremos abordar el tema de la adicción y más cuando queremos ayudar a alguien que se encuentra en alguna de estas enfermedades.
¿De dónde partiste para empezar a escribir?

Antes de escribir vi tres videos que me parecen interesantes y fundamentales para conocer más a detalle su funcionamiento y los daños que sufre el cerebro ante las adicciones. Para escribir comencé por subrayar las ideas centrales del artículo y gracias a los videos pude darle una idea diferente a la información expuesta, esperando que resultara interesante para las personas informarse al respecto.

miércoles, 10 de junio de 2015


Compañeros les comparto el mapa conceptual, perdón por la tardanza y espero sus comentarios.



martes, 12 de mayo de 2015

¿Qué es ser un estudiante en línea?
“Estudiar no es un acto de consumir
ideas, sino de crearlas y recrearlas.”
Paulo Freire

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han transformado la forma en como interactuamos, pero sobretodo, la manera en como aprendemos desde la comodidad de casa, o bien de nuestro lugar de trabajo u otro.
ETAPAS DE LA MODALIDAD ABIERTA Y A DISTANCIA
Etapa
Período
Características

1.       Enseñanza por correspondencia.

Surge a finales del S.XIX y principios del S.XX.
Los materiales de aprendizaje eran impresos y los servicios postales.
El aprendizaje era unilateral.




2.       Enseñanza Multimedia.




Surge a partir de 1960.
Los medios de comunicación eran los medios disponibles para el aprendizaje. Como teléfono, televisión y recursos audiovisuales.
El aprendizaje se basaba en un paquete instruccional que contaba con material impreso y cada vez más material electrónico.


3.       Telemática.


Surge a partir de 1970.
Se caracterizaba por la evolución de las tecnologías de la información y la comunicación.
Se caracterizó por la inserción de las telecomunicaciones con otros medios educativos, por ejemplo con el CD-ROM.


4.       Enseñanza colaborativa basada en internet.



Surge a partir de 1990.
Los recursos utilizados pueden ser enviados a través de la web, a través de chat o videoconferencia (sincrónicos), correo electrónico y foros de discusión (asincrónicos).
El estudiante es activo y autogestor, mientras que el docente se vuelve en un guía y facilitador del aprendizaje.

En un entorno virtual no hay lugar para un aprendizaje pasivo, sino uno se convierte en un agente activo de su propio aprendizaje. El surgimiento de la educación en línea, la cual propicia un cambio sustancial, dejar de ser alumnos para convertirse en estudiantes; respecto a este cambio de rol Bautista, Borges & Forés (2006) mencionan que los estudiantes, mantienen pautas de funcionamiento fundamentadas en la autonomía y la madurez, mientras que el alumno tradicional es dependiente de la acción e instrucciones del docente.
García Aretio mencionó que es importante no perder de vista que “La educación a distancia se basa en un diálogo didáctico mediado entre docentes de una institución y los estudiantes que, ubicados en espacio diferente al de aquellos, aprenden de forma independiente o grupal.”
Características
Retos
Actitud proactiva. Hay toma de decisiones respecto al propio aprendizaje y desempeño.
Dejar atrás el aprendizaje dirigido. Aprender a ser autogestivo, autocrítico y reflexivo.
Compromiso con el propio aprendizaje. Uno se convierte en un agente activo y autogestor del mismo.
Evitar memorizar y repetir el conocimiento. Analízalo, procésalo, aprópiate de él y proyecta tu saber.
Conciencia de las actitudes, destrezas, habilidades y estrategias propias. Deberá generarse y potencializar estrategias que permitan el acceso a la información en cualquier momento, en cualquier lugar, de cualquier forma, y lo más importante, al ritmo que tú decidas.
Dejar atrás los entornos competitivos. El trabajo colaborativo enriquece no sólo el conocimiento propio sino que fortalece el aprender a aprender.
Actitud para trabajar en entornos colaborativos. Tienes la oportunidad de enriquecer nuestro propio proceso cognitivo y de desarrollo.
Gestión y administración del tiempo. Crear una agenda de actividades para programar todas las actividades diarias.
Metas propias. Que van más allá de la superación de asignaturas o cursos, los límites los pone uno mismo.
Destrezas comunicativas. Potencializar las habilidades de lectura y escritura.
Aprendizaje autónomo y autogestivo. Debe generarse destrezas relacionadas con la comunicación, la búsqueda, la selección, la producción, la difusión de la información y el conocimiento.


El desafío más grande que se enfrenta un estudiante en línea es convertirte en todo un alfabeta digital.
Existen algunos mitos relacionados con la educación en línea, como los siguientes:
-          Es fácil y sencillo estudiar en línea, sólo hay que estar en la computadora y ya.
-          No hay que leer nada, basta con copiar y pegar la información que encuentre en la red.
-          Como no me conocen (físicamente), puedo dejar de estudiar en cualquier momento.
-          Ser experto en tecnología.
Sin embargo, ser estudiante en línea no es fácil ni difícil, sólo se necesita aplicar estrategias y acciones que permitan autogestionar nuestro aprendizaje, así como desarrollar la comprensión lectora, puesto que el entender de lo que se lee evitará frustraciones y pérdidas de tiempo.

Recordar que el verdadero aprendizaje no se basa en consumir ideas o información, sino en apropiarte del conocimiento.   

viernes, 8 de mayo de 2015

Gran responsabilidad la que tenemos .......

Les comparto la siguiente frase y que me encanta: "La educación no cambia al mundo: cambia a las personas que van a cambiar el mundo". Paulo Freire



Ser sencillo es lo que te hace grande.